martes, 19 de mayo de 2020

Revisando esto.

Estoy revisando las entradas antiguas de la bitácora, y en ella me veo a mi mismo. Si bien es cierto que hace años que no pongo nada en él, también es cierto que todo lo que está escrito ha sido escrito por mis dedos.

Me trae recuerdos de juventud. Cuando todo esto de Internet estaba en pañales, casi nadie escribía, y los que lo hacían, solía ser desde una perspectiva muy personal y agradable.

He visto que muchos de las bitácoras que seguía y leía habitualmente e incluso interaccionaba, tampoco eran muchas, la verdad, ahora han desaparecido, o en el mejor de los casos llevan años sin actualizarse. Esto me lleva a pensar a como hemos cambiado en nuestra relación digital con el mundo.

Aunque la democratización de las herramientas de Internet permite que cualquiera pueda escribir y expresarse en las redes, y con redes me refiero a redes sociales o herramientas de mensajería rápida, estas expresiones han pasado de ser comentarios, o entradas en blogs más o menos pensados, o reflexionadas, a ser simples frases repetidas como cacatuas desde otros focos demasiado a menudo. Me refiero a la difusión de frases o pensamientos cortos, muchas veces fuera de contexto y sin meditar suficientemente. Esto también existía en las bitácoras, antiguos blogs, pero era más complicado que su contenido se viralizara como la polvora, cosa que ahora si ocurre ya que antes poder escribir precisaba de la ardua tarea de loguearte, poner los dedos sobre el teclado y escribir. Ahora es mucho más facil, simplemente dando "click".

Hoy en dia, aquellos artículos sesudos que precisaban de al menos 10 minutos de lectura, son hilos, en muchas ocasiones tan sesudos o más que antes, pero que se pierden en la vorágine de repeticions, contestaciones, partes fuera de contexto, que muchas veces te pueden dejar sólo con una parte del mensaje. Aun así, aun hay blogs personales que te ofrecen sus opiniones, o explicaciones sobre sus aficiones que merece la pena seguir. Algunos son profesionales y suelen está alojados en sitios de periodicos, cuando no se han convertido en piedras angulares de ciertos diarios. Otros siguen siendo personales, o se han aglutinado en ramos de blogs con nexos comunes. Algunos se han convertido en podcast. 

También me viene a la memoria algunas páginas como meneame en la que muchas veces aprendías más por los comentarios que por las noticias que se compartían en si. Todo esto también se ha perdido. Cada dia, sobre todo en las noticias relacionadas con la política, se puede ver como hay más polarización acerca de las opiniones, y menos opiniones sosegadas y meditadas, que no por ello han de ser correctas, y sobre todo se ha perdido el respeto. El respeto a que alguien piense diferente.

Bueno, esto ha empezado como un ataque de nostalgia sobre mis primeros pasos activos, que no es que fueran muchos, en Internet, y ha acabado siendo una queja sobre el uso de las redes sociales en la actualidad.

Intentaré seguir escribiendo aquí, y espero hacerlo con más regularidad. No para que nadie me siga, eso me da igual, sino para poder desahogarme de lo que veo a mi alrededor.

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