Se acabó la soltería.
Ahora toca descansar el higado.
En fin, entre unas cosas y otras no me da tiempo a escribir practicamente nada.
Os cuento.
En este caso la soltería fué de lo más tranquila. No hubo ninguna riña, ni nadie cogio lo que se llama la "tajá" del siglo. Todo el mundo estuvo muy tranquilo. Yo llegué a mediodia, a pesar de haber madrugado, me levanté a eso de las 6 y media, y directamente me fui a la nevera. Agarré unos botellines y me fuí a sentarme en un banco debajo de un fresno. Poco a poco la gente vió una buena opción, con lo que al final acabamos casi todos debajo del fresno jugando a cartas y diciendo tonterías.
Una cosa que me alegró bastante es que no hubiera rotura de camisetas, ni se tiznara a nadie con la sartén. No me gusta. En otras solterías se rompen y se tizna de negro con la sarten la cara. Es bastante desagradable, no cuando estás borracho, que piensas que pareces una suerte de Tarzán, pero en realidad lo que pareces es un simio bastante burlesco.
Tras ello, limpiamos lo que pudimos, apagamos la hoguera y fuimos al pueblo, donde dimos cuentas de los botellines en un corral. Aquí abandoné, tenía que madrugar, pero creo que estuvieron hasta altas horas de la mañana, asi como a mediodia.
Me lo pasé bien. Bastante bien.
2 comentarios:
aaay, cómo que no te gusta el tizne???
Aquí es un clásico post-paella hecha a leña XDD Yo me lo paso mu bien, por muy simias que parezcamos :P
pues no me gusta el tizne.
La verdad es que no me gusta, eso de acabar con la cara negra, no está nada bien, sobre todo por que al llegar a casa, con la tajá que uno lleva, se va derecho a la cama, al menos yo, y a la mañana siguiente hay que quemar las sabanas. A mi me paso.
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