Hoy iba a hablar de mi viaje a Cadiz del puente de agosto, pero antes os comentaré una cosilla.
Resulta que esto de las bitacoras o blogs, se está poniendo de moda entre la gente conocida.
El primero en caer debído al hastío que le generaba su nueva vida llena de emoción y nuevas sensaciones, en concreto el aburrimiento (aburrimiento es una sensación), fue el rabanero.
Su bitacora, más que una bitacora es una amalgama de cosas interesantes y pensamientos que debe tener cuando se pilla su larga melena con la puerta de baño a la vez que se golpea con el bidé.
Seguidamente, otro que cayó en cascada fue Wampanas, un chico grande, o grande chico, no lo se muy bien. Es como un peter pan cuya sombra huyó, acojonada por las pequeñas, a su lado, pelusas, que al lado de cualquier otro serían enormes, que inundan a diario su casa, y que, he oido, los miercoles hacen mercado en el pasillo de la cocina. Me lo han dicho, pero no lo he visto.
Su bitacora habla de la lucha eterna entre el bien y el mal, uno encarnado por el pequeño wampanas, blandiendo su arma, el cepillo, ante su mortal enemigo, la pelusa. Lo que no se es quién es el bien, ni quien es el mal.
El siguiente en caer ha sido el panadero.
Este ha sido para mi una agradable sorpresa.
Aun no habla de nada, pero cuenta la historia de como se le ocurrió. Este solanero, como los melones que se cojen de dia, y no los luneros, vaya tontería.
En fin, supongo que nos hablará de sus experiencias acerca de esos conciertos a los que se le ocurre ir, no el día antes, sino unas horas antes. ¿Verdad Pans?
En fin que espero ansioso las primeras entradas de este informático venido a más, debido a, que como el buen pan, está inflado de levadura, jeje, este es mío.
Bueno, me alegro de tener bitacoras nuevas para ver, y asi dejar comentarios por doquier, y espero pronto tener amigos y amigas con un montón de bitacoras y no tener tiempo asi a ir a echarme una caña ya que deberé gastar todo el tiempo en ver sus bitacoras.
Un saludo.
2 comentarios:
¿y lo del viaje a Cádiz?
Pos se me había olvidao.
Proximamente, cuando venga a cuento
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