... o cubrirse de gloria dos veces seguidas y no morir en el intento.
Esta historia me ha ocurrido hace unos minutos.
El escenario es un pasillo, un sofa donde una persona conocida, de hace tiempo, come unos donuts y descansa de unas largas horas de estudio. Era compañero de la carrera y coincidí con él en alguna clase.
Y la conversación es esta:
.-Hombre, ¿que tal te va todo?- pregunté.
.-Bien, aqui estoy ¿trabajas de tarde- a partir de aquí cinco minutos de vanas preguntas y respuestas, hasta que me acordé de su novia. Otra compañera de clase en alguna asignatura y decidí preguntarle:
.-Oye, por cierto ¿y tu novia?
.-Lo hemos dejado- me contestó, mientras me contesta, yo pienso rapidamente como salir de la situación lo más airosamente posible. A nadie le conforta hablar de la exnovia de alguien con quien apenas tiene unas palabras cuando se cruzan.
Entonces se me pasó por la cabeza algo que no tuve más remedio que soltar, aun me arrepiento:
.-Pues yo había oido que os habíais casado...
.-Si, nos casamos, y luego lo dejamos...
En ese momento, mi cerebro, o la parte que aun conservaba cordura saltó de mi cerebro, y no volví a saber más de él.
La verdad es que luego le dije que lo sentía y esas cosas. Él se sonrió un rato, y yo me quedé con una cara de tonto, que aun me dura.
Un saludo a todos.
4 comentarios:
Si es que...no se te puede dejar solo...
No.
No se me ocurren más que males.
Un besete
Entrará dentro de las crónicas de las mayores cagadas de la Historia, igual que otras de similar importancia, tales como:
-"Les atacamos ahora y luego en dos patás son nuestros [...]". El general japonés que ideó el ataque a Pearl Harbor.
-"Otra victoria más y lo dejo [...]" Napoleón antes de Waterloo
-"A ver si nos vienen a arreglar la alarma que de vez en cuando se le va la olla [...]". Operadores de planta de Chernobyl.
-"En este terrenito tiene que lucir bonito [...]". Promotores de la Torre de Pisa.
-"Si sólo es pintar un techo, dile que me paso esta tarde [...]". Miguel Ángel respondiendo al mensajero del Vaticano.
Y, por supuesto, el clásico de los clásicos:
-"Dejad que conduzca ella [...]". Astronautas del Challenger.
Tremenda tu cagada, como todas ellas. Deberías morir, o algo peor.
Eres muy cruel
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