viernes, 27 de abril de 2007

Se ha ido...

... Mstislav Rostropovich.

He visto via meneame esta noticia, que está ampliada en el pais. Aunque supongo que todos los periodicos y noticieros se harán eco de la misma pronto.



Seguro que mi archienemigo saca punto a esta noticia.

lunes, 23 de abril de 2007

Habia una vez...

...que alegraba siempre el corazón, lleno de color, mundo de ilusión, pleno de alegría y emoción.




Sin duda, de pequeño, una de las ilusiones que teníamos, antes de que la electricidad inundara nuestras casas de utensilios electrónicos y electricos, como la playstation y los camiones teledirigidos, era ir al circo de nuestra ciudad.



En verdad, no se a quién se le ocurrió la estupidez de antes, pero desde luego a mi no. Nunca me llamó la atención los circos ni los zoos que tanto añoran las personas de mi edad. Probablemente esta gente estaba metida en sus cubiculos de 100 metros en medio de una gran ciudad, y para ellos salir a la calle era como ir a la jungla. Pero con peligro.


A mi, la verdad, jamás me llamó la atención ni el circo, ni el zoo. Para animales ya tenía una grandisima ración los fines de semana en el campo. Y respecto a los payasos, bueno, pasaré página.


El caso es que este fin de semana, coincidiendo con mi bajada al pueblo, han instalado el grandioso circo Arlequín. Se trata de una carpa que de lejos, puede confundirse con una tienda de campaña de esas para cuatro personas. Una vez que te acercas, desde luego compruebas que cuatro no caben ni de coña...


En fin, estaba aburrido en casa, cuando sonó el teléfono y al otro lado del mismo me preguntaba un amigo, que el sábado por la noche dejó de serlo, si iba al circo. En fin, un gran plan para el sábado por la tarde. La alternativa era ver crecer los geranios en el ventanal de mi casa, asi que tras mucho pensarmelo, finalmente acepté.


Tras pagar los once euretes, nos metimos dentro de la carpa e intentamos ponernos en primera fila. Pero nos pilló el revisor, colocandonos, gracias a dios por lo que despues relataré, al fondo, es decir, dos metros más atras, pero con un montón de cabezas por medio.


Lo primero que salió fue un tipo normal que se vestía de payaso. Este numero me parece que está copiado, o homenajeando, como se diga, a un gran payaso, llamado Antonet, creo. Tras esto, los ligres, quiero decir, los tigres.



Aquí viene lo gracioso. Mientras los tigres se subían a unos taburetes pequeños de un metro de altura, y los domadores los hacían subirse y bajarse, el que se colocó más cerca de nuestra anterior posición, es decir, de donde nos mandaron hacia atras, puso posición de estirarse, subió el rabo y se meo con tanta fuerza que llegó hasta la tercera fila.
Así hasta tres veces. Y una pobre mujer que estaba sentada en segunda fila, y que recibió esta lluvia dorada en las tres ocasiones, tardo un buen rato en reaccionar y pedir un klennex.


Tras esto, pues lo típico de los circos, digo yo. Una muchacha capaz de introducirse en un recipiente de cristal, varios lagartos y cocodrilos, numeros cómicos del payaso del principio... esas cosas típicas de circo.


No puedo decir que disfrutara como un niño, pero tampoco me aburrí, el caso es que estuvimos un montón de amigos, y desde que me avisó para ir al circo, un ex-amigo.

jueves, 12 de abril de 2007

Pequeña Miss Sunshine


No hay nada como desear algo con todas tus fuerzas como para no conseguirlo. Por más que te esfuerces y más empeño, algo saldrá que obstruirá tu fin. Es una de las lecciones que saco de esta pequeña pero deliciosa pelicula.



Trata de una familia normal. Bueno, no tan normal. Pero en ella, algunos tienen sus propias ilusiones. La niña, por ejemplo, ganar un concurso de belleza, el hijo, ser piloto, el padre, ser un triunfador. Todo esto se ve en una cación que aparece al principio del show de belleza, cantada de una manera horrible y cutre.



La historia transcurre casi toda ella a bordo de una furgoneta amarilla. Unico medio de transporte que se pueden permitir y a la vez puede llevar a todos los miembros de la familia al certamen de belleza en el que la hija quiere participar. Vemos como las diferencias son solventadas con mano izquierda en ocasiones, incredulidad en otras, pero siempre con humor.



Para mi, una pequeña gran pelicula. Me gustó

La conjura de los necios

Cuando en el mundo aparece un verdadero genio, puede identificasele por este signo;
todos los necios e conjuran contra él.

Johnathan Swift



Asi de lapidariamente comienza el libro llamado la conjura de los necios. No suelo hablar de los libros que leo, por la sencilla razón de que no creo que a nadie interese mi opinión, y además, no se realizar un analisis concienzudo y habil de los mismos. Pero de este libro he de hablar.



Hace tres años, comencé a leerlo, pero no pude acabarlo, debido a que otras cosas me surgieron. Probablemente tuve que comenzar a rascarme la barriga, o a estudiar. No me acuerdo.



A la vez, comencé con un triste blog llamado Añil Manchego. Este estupido nombre, proviene de que era el único usuario que se me ocurrió, que fuera facil recordar, para darme de alta en Ebay, el portal de pujas. Pues para probar, lo usé también en blogger. Con el tiempo, y debido a la ingente masa de personas que acuden diariamente a él, decidí no dar carpetazo y usar otro nombre. El caso, y no quiero irme por las ramas, es que puse a este libro, como uno de mis favoritos, sin habermelo acabado. Esto dió ocasión a que un amigo y un familiar, me pusieran de vuelta y media al ponerlo como uno de mis favoritos y reconocer, sin pudor, que no lo había leido. "¡Que sinvergüenza!", me dijeron. Por tanto, puse hace unas semanas a acabarlo. Pues tan malo no podía ser, le gustó hasta a mi madre.



El caso, tras leerlo, es que se trata sin duda de un buen libro, pero poco más. Algo parecido me pasó con el guardian entre el centeno, libro tonto donde los haya.


Creo que la historia del suicidio del autor, debido a que nadie lo quería publicar, es más interesante que el propio libro. Pero aun así me quedo con algunas partes de la narración.



Los personajes son un poco planos, aunque a veces te encariñas con ellos. De hecho, te puedes identificar, hasta cierto punto, con ÉL personaje. Ignatius J. Reilly. Estupido, egocentrico, presuntuosos, chapucero, manipulador, etc, etc... Es de lo peor, y aun así, terminas cogiendole cariño. O al menos lástima. Es como ese gato que no hace más que arañarte, pero que cuando lo miras, solo puedes ver un animal con una carita... en fin, eso es.



Pues esta entrada está dedicada a ellos dos. Ellos saben quién son.


Un saludo.

martes, 3 de abril de 2007

Buenas noticias

Leyendo el último pais semanal, descubro que los chanantes preparan su vuelta a la tele a través de la 2.

Si señor.


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