martes, 15 de mayo de 2007

Eres mi ...

... mejor amigo...


Hoy os hablaré de quién problablemente sea mi mayor pesadilla durante la próxima temporada.




Se trata de un amigo que me he echado nuevo, Untra.



Es un pequeño enano de jardín, que se ha visto relegado al rellano de la escalera de mi piso debido a la pertinaz sequía que amedrenta los jardines en las venideras épocas veraniegas.



Debo su excelsa visita a la grandiosa imaginación de mi querido, y no suficientemente execrable, archienemigo Rabanero. Pero seguro que Londres, antes conocido como Madrid en tierras manchegas, y ciudad real en tierras chulapas también lo aprobaría.



En fin, el caso es que nos fuimos a tomar café, y hablando de la novela de Michel Houellebecq, las particulas elementales, llegamos a la conclusión de que nuestra forma de pensar es parecida. Hicimos amistad y comprobamos que eramos bastante afines. Lo único es que el se descubrió más dado a los vicios y la depravación que yo, ya vereis por qué.



Fuimos a una cafetería-bar cercano a mi casa, La Cháchara, sitio que algunos han dado en llamar como mi segundo hogar. Yo diría que es mi tercer hogar, pero bueno.



El caso es que mientras tomabamos unas cervezas, él unas cuantas más que yo, la conversación fue derivando hacia los placeres de la vida, lógico teniendo en cuenta la novela que centraba nuestra conversación, y de la teoría, el tiempo y el medio nos llevó a la práctica.



Con el tiempo, la cantidad de cervezas que se había tomado, hizo que comenzara a desentenderse de mi. Me encontré curioso que tuviera interes en la fiesta nacional. Me comentó que siempre le había llamado la atención ese rito dionisíaco, tan cercano y lejano a la vez a la bebida. Tampoco se quedaba corto en el arte de fumar, fumaba de todo, aunque de lo ilegal a escondidas.



Y si solo fuera fumar lo que le gustaba, iriamos bien, el problema era que el tabaco y lo de liar se le quedaba corto, necesitaba de otras experiencias y otros estímulos. Asi que, apelando a nuestra antigua amistad que veniamos practicando varios dias desde que nos conocimos, sacó una bolsita de plástico transparente, espació su contenido por la mesa, y antes de que el camarero pudiera hacer nada, me pidió a mi, y al que él decía que era mi hermano gemelo el cual se movía exactamente igual que yo, que le ayudaramos a tomarse una raya. Es curioso que nunca me haya dado cuenta de que tengo un hermano gemelo, y más curioso que no se refiriera a él hasta que no llevaba unas veinte cervezas y unos cuantos whiskys.



Tras unos cuantos manotazos al culo de la camarera, agarró la primera revista que pillo de una bolsa que traía, y se fue al servicio, sin pudor ni ningún signo de vergüenza, aparecía unos cuantos minutos después con cara de “Untraguillo”, y de ahí su nombre.



Juzguen ustedes:






La cara del camarero era, en todo momento, un poema, y se quedó literalmente a cuadros, he aquí la prueba:









De todo se aprende, lo primero es que no hay que tomarse las cosas demasiado en serio. Y de Untra aprendí que quizás la vida hay que tomarla como lo que es, una broma pesada del Rabanero. Será capullo.

4 comentarios:

Rabanero dijo...

Qué puedo decir...

Al principio pensé que cometía un error separando a Untra del resto de su familia. Atrás quedaron sus seis hermanos y una chacha alta con cara de putón. Todos se quedaron petrificados, con el semblante pálido.

Sin embargo, veo con agrado que os lleváis bien. Ha encontrado un nuevo hogar y cariño a tu lado. Sólo me inquieta la mala tendencia a caer en todos los vicios que está adquiriendo. Sobre todo la de meterse cosas por la tocha que, para más mosqueo, carece de agujeros.

Mantén a Untra sano y aseado. Y que no le falte distracción, ya que sería el colmo que llegaras a aburrir a las piedras.

Para el año que viene te presentaré a un nuevo amiguito para tu colección. Se llama Wilson, le gusta el volley y es una pelota. Seguro que será tu compañero ideal para que te compres una isla y te pierdas de una puta vez.

Por cierto, si la gente te mira raro o se queda a cuadros, como le ha pasado al camarero, no te extrañe. Analiza la situación e intenta verlo desde fuera. ¿Qué sensación te daría encontrarte a un tipo que se va de marcha con un adorno de jardín de 15 kilos y una cámara de fotos para hacerle una sesión?

Piensa en ello.

Anónimo dijo...

A mí tu colega Untra me dio mal rollo desde el primer momento. No me extraña que se haya destapado esa afición suya a todos los vicios, ni me extrañaría que tuviera otros más ocultos y mucho más macabros, dada la expresión siniestra de su cara.
Yo te aconsejaría que no te juntaras tanto con él, que tu alma cándida puede verse seriamente afectada.
Mae mía, pero que feo que es!!
Ale, a cuidarse

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Creí que pocas cosas podían superar, por utilizar una perífrasis de locura, lo dantescamente retorcido de tu imaginación, pero sí, había una: tú mismo.

Amigo mío, por favor, pide a tu colega enano que te lleve de putas, a ver si trincas una moza de una vez, que tienes mucho pus dentro de ti, está llegando al cerebro y no te deja discernir realidad de ficción. ¿Cuándo se ha visto un camarero sirviendo a un enano de jardín? ¡¡Todo el mundo sabe que los camareros no existen!!

Ah, te pasaré la factura de la silla de ruedas que me he tenido que comprar debido a la apoplejía que me ha dado después de leer tu artículo.

Un beso.