lunes, 23 de abril de 2007

Habia una vez...

...que alegraba siempre el corazón, lleno de color, mundo de ilusión, pleno de alegría y emoción.




Sin duda, de pequeño, una de las ilusiones que teníamos, antes de que la electricidad inundara nuestras casas de utensilios electrónicos y electricos, como la playstation y los camiones teledirigidos, era ir al circo de nuestra ciudad.



En verdad, no se a quién se le ocurrió la estupidez de antes, pero desde luego a mi no. Nunca me llamó la atención los circos ni los zoos que tanto añoran las personas de mi edad. Probablemente esta gente estaba metida en sus cubiculos de 100 metros en medio de una gran ciudad, y para ellos salir a la calle era como ir a la jungla. Pero con peligro.


A mi, la verdad, jamás me llamó la atención ni el circo, ni el zoo. Para animales ya tenía una grandisima ración los fines de semana en el campo. Y respecto a los payasos, bueno, pasaré página.


El caso es que este fin de semana, coincidiendo con mi bajada al pueblo, han instalado el grandioso circo Arlequín. Se trata de una carpa que de lejos, puede confundirse con una tienda de campaña de esas para cuatro personas. Una vez que te acercas, desde luego compruebas que cuatro no caben ni de coña...


En fin, estaba aburrido en casa, cuando sonó el teléfono y al otro lado del mismo me preguntaba un amigo, que el sábado por la noche dejó de serlo, si iba al circo. En fin, un gran plan para el sábado por la tarde. La alternativa era ver crecer los geranios en el ventanal de mi casa, asi que tras mucho pensarmelo, finalmente acepté.


Tras pagar los once euretes, nos metimos dentro de la carpa e intentamos ponernos en primera fila. Pero nos pilló el revisor, colocandonos, gracias a dios por lo que despues relataré, al fondo, es decir, dos metros más atras, pero con un montón de cabezas por medio.


Lo primero que salió fue un tipo normal que se vestía de payaso. Este numero me parece que está copiado, o homenajeando, como se diga, a un gran payaso, llamado Antonet, creo. Tras esto, los ligres, quiero decir, los tigres.



Aquí viene lo gracioso. Mientras los tigres se subían a unos taburetes pequeños de un metro de altura, y los domadores los hacían subirse y bajarse, el que se colocó más cerca de nuestra anterior posición, es decir, de donde nos mandaron hacia atras, puso posición de estirarse, subió el rabo y se meo con tanta fuerza que llegó hasta la tercera fila.
Así hasta tres veces. Y una pobre mujer que estaba sentada en segunda fila, y que recibió esta lluvia dorada en las tres ocasiones, tardo un buen rato en reaccionar y pedir un klennex.


Tras esto, pues lo típico de los circos, digo yo. Una muchacha capaz de introducirse en un recipiente de cristal, varios lagartos y cocodrilos, numeros cómicos del payaso del principio... esas cosas típicas de circo.


No puedo decir que disfrutara como un niño, pero tampoco me aburrí, el caso es que estuvimos un montón de amigos, y desde que me avisó para ir al circo, un ex-amigo.

4 comentarios:

Rabanero dijo...

Desde luego, viendo el lujazo de sillas que os pusieron -robadas de alguna terraza- no me extraña que no te haya hecho mucha gracia eso del circo.

Tampoco digo que tengas que ir al Circo del Sol (tiene que se interesante), pero entre éso y lo otro, hay muchas categorías de circos. Dicen que en alguno salen hermanos repudiados de la familia Aragón... aunque quizás sea leyenda urbana.

Yo recuerdo ir muchas veces al circo cuando era mico, y al menos la carpa era lo suficientemente amplia como para estar a salvo de lluvias animales. Incluso había más de una carpa. Es más, puestos a comparar, sería el equivalente techado de las plazas de toros portátiles.

Si quieres ir a un circo más decente, vete a la capital cuando traigan el Ligre. O cuando vengan los teletubis de palo... y déjate de payasos haciendo remakes de Antonet en una carpa con sillas de patio.

Puto pueblo cultureta... no tenéis nada normal.

anilmanchego dijo...

Para mi, mi animal preferido de los circos, siempre ha sido el mitad mula, mitad tigre, el MUGRE.

A parte de eso, poco más puedo decir, salvo que la situación, la calidad del espectaculo y las pocas ganas que hay de ver animalicos encerrados, hará que tarde muuucho en volver al maravilloso mundo del circo...

Anónimo dijo...

Yo vi una vez un circo que me moló, era de chinos acróbatas y contorsionistas, y no fue en una carpa, sino en un teatro. Ese es el único tipo de circo al que me atrevo a ir, los demás me parecen mugre y miseria nada más. Aún tengo pesadillas cuando recuerdo aquella vez que mis padres nos llevaron a mi hermano y a mi a ver el circo de Torrebruno...mae mía, qué repeluco!!
En otro orden de cosas, Raba, que sepas que estoy super sexy con el 'kit de treintañera'. Nunca te lo agradeceré bastante...

Anónimo dijo...

-hola me siento mal al leer esto
ya que soy de un circo sexta generacion de circo vale acotar que este circo no tiene animales
es un circo humilde el ultimo circo criollo que lleva las obras de teatro entren a nuestra pagina www.circopapelito.com.ar