Era como un ollón lleno de monedas de oro, que abierto enseñara su reflejo...
Tuve que parar y echar una foto. Por cierto, no me puse el chaleco, espero que no me viera nadie...
Ya aproveché que tenía la camara en la mano y tomé un par de fotos más:
Siempre me han gustado las nubes, y cuando son algodonosas, más. Parecen sueños volantes....